
Encuentra la motivación con la Jirafa de Cantón
- Publicado por Enrique Canton
- El 27 enero, 2015
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- Jirafa de Cantón, Motivación
La Jirafa de Cantón es un modelo de estrategia motivacional aplicado desde la perspectiva del coaching. El concepto de la jirafa señala la posibilidad de que aquellas personas que se encuentren motivadas correctamente sean capaces de desarrollar todas sus habilidades y cualidades para formar nuevas técnicas de enfrentarse a los retos que la vida le propone.
El término “jirafa” se utiliza conceptualmente ya que es el animal que refleja la posibilidad de alcanzar sus metas por muy altas que se encuentren.
En la estructura corporal de la jirafa están reflejados los cuatro niveles motivacionales conectados entre sí: base (patas), fortaleza corporal (cuerpo), proyección (cuello) y objetivo (cabeza).
A. Las cuatro patas de la base
Se refieren a las cuatro posibles vías de información de experiencias que facilitan la percepción de competencia. Las patas de la jirafa representan en su conjunto las bases de los procesos motivacionales, es decir, la motivación intrínseca. Estas son: la experiencia directa (lo que hago); la experiencia indirecta u observacional (lo que veo de mí en los demás); la persuasión verbal (lo que oigo a los demás y a mí), y la interpretación de los síntomas psicofisiológicos (lo que siento, corporal y emocionalmente). Es importante que la información que llegue a través de estas vías sea positiva, especialmente de la primera de ellas en los intentos de cambio, para que, sobre ellas, se apoye el desarrollo de la autoconfianza.
B. Las tres bases de la confianza, el cuerpo
La confianza (puedo, valgo, soy). La autoconfianza parte de cómo nos enfrentemos a los retos y los resolvamos a través de cada hecho concreto. Así, creamos una determinada percepción de autoeficacia, es decir, me hago una idea de lo que soy capaz (puedo) de hacer en un futuro en relación a retos similares (capacidad autopercibida para el logro). De esa autoeficacia, hacemos una valoración, que tendrá un efecto directo sobre la autovaloración (valgo), es decir, sobre la autoestima. Ambos aspectos juegan un papel fundamental en el autoconcepto (lo que soy). Estas bases de autoconfianza se construyen de manera constante y dinámica a partir de la experiencia, y constituyen así el punto de partida de la fuerza motivacional.
C. Las dos fuerzas que nos proyectan
La unión del valor del objetivo (“valoro”) y de las expectativas de eficacia (“creo”) es lo que permitiría “alargar el cuello” para alcanzar el objetivo propuesto.
La fuerza motivacional nos permite anticipar y dirigir nuestra acción de tal manera que avancemos hacia una meta. Esta capacidad cognitivo-motivacional, la fuerza motivacional, es la combinación de dos elementos: la expectativa de eficacia (creo), referida a lo que pienso que soy capaz de hacer y las consecuencias de ello, y el valor incentivo del objetivo de logro (cuánto valoro lo que quiero). La primera ha de ser positiva pero realista, es decir, que sirva de fuerza impulsora pero que nos mantenga en una dirección e intensidad adecuadas. En cuanto al valor de la meta, lo más eficaz es que sea moderadamente alto, para que así pueda actuar como fuerza impulsora sin llegar a generar efecto negativo por ser demasiado difícil.
D. El logro u objetivo a la vista
El objetivo o logro de meta que tratamos de alcanzar y que esperamos que nos produzca satisfacción emocional debe estar formulado adecuadamente.
Es el punto de referencia que orienta la acción, es decir, el punto sobre el cual se focaliza la fuerza motivacional. La meta debe estar formulada de manera adecuada y responder a una serie de criterios motivacionales de elaboración de metas para que sea asequible, como pueden son: que sea lo más específica y operacionalizada posible; difícil pero realista; formulada en términos de orientación a la tarea y de manera positiva; estructurada en pasos de menor a mayor dificultad; fijada en el tiempo; que pueda ser seguida y controlada; que esté vinculada con estrategias de logro necesarias para su consecución; que sea flexible y permita ajustes; que se apoye en el máximo compromiso posible por parte de quien se la plantea; que cuente con el mayor apoyo social posible, y que sea evaluada en los momentos temporales previamente fijados.
En el momento en el que el reto que queremos superar es óptimo, se potenciaría al motivación intrínseca y nos veríamos capaces de superar los próximos retos en nuestra vida.
En conclusión
Este modelo motivacional puede ayudar a diferentes profesionales del coaching y además, permite reflexionar a la persona objeto de la aplicación y extender todas las estrategias.
Este modelo de trabajo de coaching motivacional está apoyado sobre las bases teóricas y científicas aportadas por la Psicología Positiva y tiene como principal objetivo el desarrollo personal y profesional; en definitiva, conseguir diferentes logros y mejorar la calidad de vida de las personas.
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